De la conjunción de todos esos
elementos llegué a esta investigación que desarrollamos con el grupo en
Margaritas en la ventana del cuerpo-títere. En la obra el cuerpo-títere tiene
tres aspectos: en el primero cada actriz disocia su cuerpo tomando un sector
como títere y otro sector como titiritero, en el segundo, una actriz manipula a
otra y en el tercero, las tres son movidas por el estímulo de la luz y el
sonido. A su vez este trabajo poético del cuerpo aparece como metáfora del
cuerpo alienado, escindido, de la protagonista, autista y abusada que, como en
la obra de Beckett, habla de sí misma en tercera persona. Trabajamos muy cerca
del espectador y en un espacio vacío. Ninguna de las actrices sale de escena,
sólo cambia el foco de atención. Dicho de otro modo, las únicas salidas de
escena se producen en escena (una forma del “apagón sin apagón” de Grotowski) En
esta distancia y en un código en los cuales el cuerpo aparece desnaturalizado,
como observado con lupa y redimensionado en nuevas formas, emerge una narración
particular del cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario